Silencio...
La mariposa está dormida.
Se expande...
... relajada en su pequeño capullo de seda.
Envuelta en una suavidad infinita...
¿quién sabe si despertará?
Descansa... diluyendo su esencia...
transformando la viscosidad de su piel
en miles de colores que se vuelven volátiles al tacto.
Y se pierde en un sueño musical y silencioso.
Es tan dulce...
¡Miradla!
¿Quién sabe hasta cuando dormirá?
¿Acaso no lo haríais si pudiérais?
¿Dormir acolchados sobre un jergón esponjoso de miel?
¡Ay! ¡Quién fuera mariposa antes de nacer!
Pero... shhh...
silencio...
... la mariposa está dormida.
Dejemos que su belleza explote de su interior
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